Grace Hopper, la mujer que revolucionó la programación
Fue una de las primeras desarrolladoras de software, creó el compilador y el primer lenguaje informático. Nada en las Ciencias de la Computación sería lo mismo sin Grace Hopper.

Amazing Grace (Increíble Grace o Asombrosa Grace) o Queen of Sotware (Reina del Software) eran los apodos de Grace Hopper, una doctora en Matemáticas neoyorkina que dedicó su carrera profesional a las Ciencias de la Computación y cuyo trabajo influyó ostensiblemente en la evolución de la informática.
Fue una de las primeras desarrolladoras de software de la historia, creó el compilador, fue la primera mujer de la British Computer Society (en 1973)… y estos son algunos hitos de su vida. Ahondamos en la historia de Grace Hopper, la mujer que dio el pistoletazo de salida a la programación moderna y revolucionó el mundo de la informática.
Hopper, doctora en Matemáticas por Yale
Nacida el 9 de diciembre de 1906, Grace Brewster Murray era miembro de una familia del Upper West Side de Manhattan estrechamente vinculada a la Armada estadounidense, sobre todo, a través de su bisabuelo, que fue contralmirante. Curiosamente, es el mismo rango con el que se retiró la propia Grace, pero no nos adelantemos a los acontecimientos.
En una época en la que las mujeres tenían oportunidades muy restringidas para acceder a formación y al terreno laboral, Amazing Grace recibió apoyo familiar para desarrollar una carrera de ciencias. Cursó Matemáticas y Física en el Vassar College de Nueva York y se doctoró en Matemáticas por Yale en 1934. Fue la undécima mujer doctorada en este campo en la historia de esta universidad.
Unos años antes de la obtención de su doctorado, Brewster Murray había contraído matrimonio con el escritor y profesor universitario Vincent Foster Hopper en 1930. Tras el enlace, había adoptado el apellido de su esposo, pasando a llamarse Grace Murray Hopper.
Grace volvió a Vassar, donde continuó su andadura como profesora de su especialidad. En los años posteriores también dio clase en Barnard y tomó una excedencia para estudiar con Richard Courant en la Universidad de Nueva York. Su carrera estuvo, así, muy vinculada al mundo académico… hasta que dio un giro radical.
II Guerra Mundial: cuando Hopper entró en la Marina
En el lapso de un año y medio desde que el ataque a Pearl Harbor provocara la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial, Grace dejó la universidad de Vassar y a su marido. En 1943, Hopper se alistó en la Marina. Fue sobre la bocina, ya que tenía 36 años.
En 1986, la matemática concedió una memorable entrevista en el show de David Letterman. Preguntada sobre los motivos de ese alistamiento, contestó: "Well, World War II, to begin with" (bueno, para empezar, la II Guerra Mundial").
Un año después de su unión a la Marina, Amazing Grace se graduó con el rango de teniente. Tenía 37 años y fue la número uno de su promoción. Después, fue destinada a trabajar en la primera computadora de Estados Unidos, la Harvard Mark I. "Fui muy afortunada", explicó a Letterman.
Hablamos de uno de los grandes emblemas de la primera generación de computadoras, diseñada por Howard H. Aiken e IBM e instalada en la Universidad de Harvard. Aunque la máquina era de la citada universidad estadounidense, fue acaparada por el Ejército hasta que acabó la guerra. Así es como este monstruo de casi 5 toneladas fue destinado al cálculo militar.
Estados Unidos conformó a un equipo de grandes mentes científicas de la época, que trabajó a destajo para propiciar la victoria de los Aliados. Matemáticos y físicos como Richard Bloch, Bob Campbell, Ruth Brendel Noller y la propia Hopper estuvieron liderados por Aiken en este proyecto.
La programación de la Mark I, en manos de Hopper
Cuando Hopper llegó a Harvard, se encontró con un hardware que estaba creado. La necesidad principal ahora era hacerlo funcionar: entender los mecanismos y encontrar la manera de programar la computadora, de decir al ordenador qué tenía que hacer, trasladar a una ecuación matemática un problema de física que la Mark I pudiera resolver.
De esas cuestiones, nace la programación, aunque Ada Lovelace ya había sentado precedentes en 1842, cuando creó el primer algoritmo informático para la Máquina Analítica de Babbage. Así, existen paralelismos entre ambas científicas. Hopper desarrolló para la computadora de Aiken lo que Lovelace había desarrollado para la de Babbage. Como Lovelace, Hopper profundizó en el concepto y desarrollo de subrutinas.
Aiken asignó a Hopper la tarea de escribir un libro sobre ello: sobre la Mark I y cómo programarla. "No puedo escribir un libro, nunca he escrito uno", contestó Amazing Grace cuando el director del proyecto se lo comunicó. "Bueno, ahora estás en la Marina, escribirás un libro", fue la respuesta que recibió. Así lo contó Hopper en la ya citada entrevista.
Y escribió un libro. Un manual de 500 páginas sobre la historia de esta primera computadora estadounidense y la manera de programarla. Fue el resultado de un arduo estudio al que dedicó día y noche, junto con sus compañeros de proyecto, con los que creó un ambiente de trabajo, camaradería y compañerismo que todos resaltaron en sus declaraciones sobre aquella época.
Curiosidades: el bug de Hopper
Una anécdota curiosa: cuando se produce un error informático, decimos que es un "bug", en castellano, insecto. El término se empezó a utilizar en el grupo de trabajo de la Harvard Mark I, cuando una polilla se introdujo en la maquinaria de la computadora y produjo un fallo en el sistema. Así, esa polilla fue la causa de que, a día de hoy, empleemos la palabra "bug".
El compilador de Hopper
Mientras trabajaba en la programación de la Mark I, Hopper formalizó el concepto de compilador. Simplificado, hablamos de una especie de traductor de código que sirve para que las mismas órdenes se puedan dar a distintos ordenadores. El compilador adapta las órdenes al lenguaje de cada uno de manera automatizada.
En 1949, Hopper se fue a Filadelfia y empezó a trabajar en Eckert-Mauchly Corporation, donde desarrolló aquel concepto en el que había empezado a trabajar con la Mark I. Junto con su nuevo equipo, la matemática creó el primer compilador de la historia, el A0, que, básicamente, convertía un código fuente en un código binario.
El A0 se diseñó y comenzó a utilizar en UNIVAC, que fue la primera computadora comercial estadounidense, diseñada por John W. Mauchly y John Prespert Eckert.
COBOL, el primer lenguaje informático universal
A día de hoy, muchos bancos continúan utilizando el Common Business-Oriented Language, el COBOL, el primer lenguaje informático universal, diseñado para la informática de gestión. Pues bien, su creación también fue obra de Hopper y el equipo con el que trabajaba en Eckert-Mauchly.
Tras el A0, Amazing Grace desarrolló el protolenguaje Flow-Matic, el primer compilador para procesar datos en inglés. Básicamente, Flow-Matic recibía instrucciones en inglés y las traducía de manera automática para la máquina, convirtiéndolos en lenguaje interno o lenguaje de programación.
A partir de este protolenguaje, se desarrolló el COBOL, en el año 1959. En el proyecto también estuvo involucrada la científica Mary Hawes, que fue quien tuvo la idea de crear un lenguaje universal y además orientado a los negocios.
Premios de Grace Hopper
Hopper continuó su carrera entre la empresa privada, el terreno académico (donde acumuló 40 doctorados honoris causa) y la Marina. De hecho, se retiró en la medianoche del 31 de agosto de 1986, el mismo año en el que cumplía los 80 años, después de 43 años y medio de servicio y con el rango de contraalmirante. En ese momento, se alzaba como la oficial militar más mayor en activo.
No obstante, continuó trabajando como profesora, dando conferencias y como consultora. En 1988, recibió el premio IEEE Emanuel R. Piore; en 1991, la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación.
Antes había recibido el premio Hombre del Año en Ciencias de la Computación de la Asociación de Gestión de Procesamiento de Datos (1969) y se había creado un galardón con su nombre, el Premio Grace Hopper (que se entrega desde 1971).
Grace Hopper murió el 1 de enero de 1992 y fue enterrada con honores en el Cementerio de Arlington. En 1996, la Marina bautizó un destructor con su nombre, el USS Hopper, también conocido como el Amazing Grace. En 2016, el entonces Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le otorgó a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad, a ella y a la programadora Margaret Hamilton.