La nube como motor de adaptación para las empresas del futuro

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Cada vez más, las empresas buscan innovar, crear procesos más eficientes y ser más competitivas. En este cambio de paradigma influye la tecnología en la nube, un modelo clave sobre el que se asienta la transformación digital.

¿Qué es la nube o Cloud Computing?

Los servicios en la nube o Cloud Computing son un tipo de tecnología especializada en ofrecer infraestructura informática, plataformas de almacenamiento de datos, aplicaciones y servicios a través de la red, usualmente internet.

Mediante este sistema de almacenamiento, el usuario (ya sea particular o perteneciente a una empresa) puede albergar, gestionar y organizar gran cantidad de archivos sin tener en cuenta la capacidad de almacenamiento local, ya que permanecerán almacenados en servidores remotos.

Hoy en día el Cloud Computing es un paradigma al servicio de cualquier empresa, independientemente de su tamaño. Gracias a su escalabilidad y flexibilidad ofrece un gran potencial de recursos, seguridad y mantenimiento.

Este tipo de modelo tecnológico se encuentra inmerso en nuestra rutina. De hecho existen múltiples plataformas con las que se interactúa diariamente, como por ejemplo Google Drive, OneDrive, iCloud, Dropbox, etcétera.

Tipos de nube

Para adaptarse mejor a las necesidades de cada usuario, se han desarrollado varios tipos de Cloud. Cada uno de ellos, con unas características y usos concretos que depende, en gran medida, de a quien se ofrecen los servicios y los requisitos de seguridad impuestos.

• Nube Privada: un modelo de Cloud Computing que proporciona un entorno seguro y diferenciado en el que solo un usuario específico puede operar.
• Nube Pública: modelo de Cloud Computing cuyos servicios se proporcionan en servidores externos a los que se puede acceder a través de una red pública, por ejemplo internet. A diferencia de la nube privada, que proporciona un acceso restringido, interno y privado a un determinado número de usuarios.
• Nube Híbrida: modelo de Cloud Computing que integra servicios de cloud privada y pública con el objetivo de ofrecer diferentes tipos y niveles de servicios.

¿Cómo funciona la nube?

La nube presta servicio mediante la participación de dos partes interconectadas a través de internet:

• Front End: consiste en la cara visible de los datos, es decir, un menú o interfaz mediante el que el usuario puede navegar. Contiene tanto la presentación en su equipo o red local, como la aplicación necesaria para tener acceso a la nube. Un claro ejemplo es Google Drive o Dropbox.
• Back End: explicado de formas sencilla, el Back End es el almacén de los datos, lo que definiríamos como el Cloud. Aquí se unifican los servidores, ordenadores y sistemas de almacenamiento de datos que prestan servicio en la nube.

Mientras tanto, un servidor central se encarga de gestionar las demandas que hace el usuario desde el Front End hacia la nube mediante un software llamado middleware, es decir, el sistema que facilita que los ordenadores de red puedan comunicarse entre sí.

Como hemos dicho, el Cloud Computing garantiza seguridad a los usuarios. Para evitar la pérdida o robo de datos, se realizan copias de la información en diversos segmentos. De esta forma siempre se podrá tener acceso.

Cloud Computing, el impulso digital para las empresas

Con los años y la digitalización de los procesos en las grandes corporaciones, la computación en la nube o cloud computing se ha convertido en una de las herramientas perfectas para impulsar el cambio y adaptarse a las nuevas macrotendencias.

Uno de los detonantes que impulsan este cambio ha sido la expansión del COVID-19. Empresas de todo el mundo han tenido que dar una respuesta y fomentar la adaptabilidad de sus operaciones a través de sistemas como el teletrabajo.

La adopción de los servicios Cloud ha permitido el desarrollo en remoto de la actividad laboral de múltiples empresas en todo el mundo. Esto es lo que se conoce como ubicuidad, es decir, la capacidad del usuario para acceder a los archivos desde cualquier lugar y en cualquier momento a través de internet.

Actualmente, la inmensa mayoría de usuarios tiene un smartphone y las redes Wi-Fi están presentes en cualquier lugar. Por tanto, si la nube actúa como un disco duro accesible desde todos nuestros dispositivos y en cualquier momento, la información siempre estará en nuestra mano.

Esta capacidad de la nube permite a la plantilla de las empresas trabajar de manera remota y en colaboración con compañeros de trabajo que están en otras ubicaciones, aspecto que puede mejorar la toma de decisiones.

Otro de los beneficios de su adopción es la flexibilidad y escalabilidad, es decir, la posibilidad de un sistema de adaptarse a las necesidades del usuario final. En este caso, proporcionar la capacidad acorde al número de usuarios que se necesitan justo en ese momento y la posibilidad de mejorar el plan.

Además, con los servicios en la nube la preocupación por la capacidad de almacenamiento local queda atrás. Con la tecnología Cloud es posible trabajar con cantidades masivas de datos directamente desde la nube al ofrecer una capacidad prácticamente ilimitada. Cabe destacar que la información está cifrada; por tanto, otra de las garantías de la tecnología Cloud es la seguridad frente a ataques externos.

Como decíamos, también permite la actualización de copias de seguridad. Es por ello que la información siempre permanecerá albergada en alguno de los nodos de red Cloud a disposición del usuario final.

Todo esto nos proporciona una visión generalizada de ahorro de costes, ya que el software se basa en un sistema de pago por uso (pay per use), por lo que solo se paga por los servicios necesarios y el gasto en mantenimiento de TI se reduce considerablemente.

La suma de todos estos factores es sin duda las claves del gran éxito y la expansión de este modelo de almacenamiento de archivos a nivel global que ya se ha convertido en el día a día de muchas empresas.